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El principio de Pareto

De nuestro blog

El principio de Pareto

5 de enero de 2021

En el mundo de los negocios existen distintos principios para determinar el uso/distribución de recursos. Uno de ellos, es la regla del 80/20, también conocida como Principio de Pareto.

¿Cuál es el principio de Pareto?

En términos simples, el principio de Pareto, también conocido como principio 80/20, propone la idea de que el 80% de los resultados vienen del 20% de las causas, para cualquier situación. Esto lo podemos ver en los negocios de forma muy común, por ejemplo, conde el 80% de los ingresos de una empresa venga del 20% de sus clientes. El Principio de Pareto, si se aplica correctamente, es una herramienta extremamente útil para enfocar los recursos de la empresa en las áreas que mejor producen resultados.

¿Cómo se originó este principio?

A mediados de la década de 1940, el Dr. Joseph Juan, un conocido experto de control de calidad, acuñó el término “Principio de Pareto”, llamado así por el economista italiano Vilfredo Pareto, quien creó una interesante fórmula en 1906. Cabe mencionar, que Pareto no se inspiró analizando datos, sino al observar la naturaleza. Como economista, su mente se mantenía constantemente analizando la vida cotidiana, hasta que un día encontró una proporción interesante: 20% de las vainas de chícharos en su jardín, producían el 80% de los chícharos. Esto puso a Pareto a pensar. ¿Este principio podría aplicar para otras áreas, entre ellas, la economía?

Así fue. Vilfredo Pareto descubrió que el 80% de la tierra en Italia era propiedad del 20% de la población, lo cual lo llevó a proponer una teoría alrededor de “La vital minoría y la trivial minoría.” Aunque la forma en la que lo planteó podría parecer dura hoy en día, la idea principal de su teoría es lo que hoy conocemos como el principio del 80/20.

Posteriormente, el Dr. Juran aplicó la idea de Pareto para mejorar el control de calidad. Se dio cuenta de que el 20% de los defectos suelen ser causa del 80% de los problemas para la mayoría de los productos. Al enfocar al área de calidad en el 20% más importante de los defectos, los resultados mejoraron y hubo una gestión de calidad mucho más eficiente.

¿Cómo aplicar este principio en nuestras empresas?

La respuesta es simple: La regla del 80/20. Cuando la implementamos de forma adecuada, podremos enfocar nuestro tiempo y recursos en lo más importante. Varios estudios han encontrado que el ser multitarea no equivale a ser productivo. La regla del 80/20 ayuda a los negocios a evitar hacer todo al mismo tiempo, y dirigir sus recursos – tiempo, energía y dinero a las acciones que den los mejores resultados.

En un artículo reciente para Forbes, el autor best-seller Kevin Kruse dijo esto al respecto del principio del 80/20: “Para mi investigación sobre los hábitos productivos de las personas de alto rendimiento, entrevisté a cientos de empresarios, estudiantes sobresalientes e incluso atletas olímpicos.

Para ellos, realizar todas las tareas que les toca hacer, o incluso, realizar todas las tareas que les gustaría hacer, resultaría imposible. Lo que hacen, es utilizar el principio del 80/20 para determinar lo que es de vital importancia. Posteriormente, delegan el resto o simplemente, no lo realizan.”

Saber delegar es un punto extremadamente relevante, para poder implementar la regla del 80/20.

Ahora, con esto, no queremos decir que el 80% no relevante, no recibe ninguna atención. Por ejemplo, si el 80% de las utilidades vienen de 20% de los clientes, o el 80% de las ventas son generadas por el 20% de la fuerza de ventas, no puedes ignorar a clientes más pequeños o dejar de emplear a la gran mayoría de tu equipo comercial. Eso sería un caso de una pésima implementación de la regla del 80/20, y eso sería terrible para nuestros negocios.

Lo que la regla del 80/20 persigue es un correcto enfoque y asignación de tiempo y recursos en las áreas que más resultados producen.

Microsoft, por ejemplo, aplicó la regla del 80/20 a la hora de corregir errores de software. El equipo de Desarrollo se dio cuenta de que al enfocarse en el 20% de los errores en código que tuvieran mayor impacto, lograron reducir las fallas en el software en un 80%.

Otro gran ejemplo es de un gran cliente nuestro en el sector restaurantero: Tras realizar un análisis de ventas, nos dimos cuenta de que el 80% de las ventas provenían del 20% del menú, lo que llevó a nuestro cliente a reorganizar su oferta, y a organizar sus inventarios/compras de mejor manera.

Por último, este principio puede cambiar nuestro punto de vista sobre el crecimiento de nuestros negocios. Como empresarios, estamos acostumbrados a enfocarnos en generar nuevos prospectos para aumentar ventas. Constantemente invertimos tiempo, dinero y energía en este proceso, el cual no siempre es completamente productivo, pues convertir prospectos en clientes es un proceso largo y costoso.

Si en cambio, aplicáramos la regla del 80/20 y nos diéramos cuenta de que el 20% de nuestros clientes actuales producen el 80% de las ventas, realinear el negocio, sus operaciones y objetivos para enfocarse en este 20% de clientes podría tener un mayor impacto en el crecimiento de la empresa, con un menor costo.

Finalmente, como empresarios, dueños de negocio o emprendedores, no podemos darle la misma atención a todo, todo el tiempo. Esa sería la receta perfecta para el estancamiento y el esfuerzo sin sentido. Al aprender más sobre el principio del 80/20 y aplicarlo a las distintas áreas de nuestras organizaciones, podremos utilizar mejor nuestros recursos para obtener los resultados que necesitamos.

En Soluciones PROSER somos expertos en ayudar a nuestros clientes a aplicar este principio en el área contable, financiera y de RRHH. Proporcionamos las herramientas y la experiencia necesaria para analizar a fondo los números de tu negocio, los cuales revelarán donde puede ser aplicado óptimamente el principio del 80/20.

Acércate con nosotros, nos encantaría conocer tu historia.